lunes, 31 de marzo de 2014

MARCAS...

Aún recuerdo aquel momento, es imposible de olvidar, aquella vez primera que nuestros labios se encontraron, suavemente se presionaron y comenzaron a acariciarse, posteriormente, entrados en un nivel mas cálido y de confianza, a morderse, no puedo definir las sensaciones que sentí en ese momento, francamente no sentí un vacío en el estomago o las "mariposas" que regularmente se sienten, sentí, deseo, ternura, pasión cariño y fragilidad. He besado otros labios, al igual que tú, pero con cada uno solo sentía una de estas sensaciones, a veces pasión y deseo, otras veces ternura, otras cariño, y en algunas ocaciones... simplemente nada, increiblemente contigo sentí todas y cada una de estas exitantes sensaciones, lo cual me hizo seguirte besando y corresponder cada uno de los besos que me robaste. Después de algunos días de no verte, nos reencontramos en el mismo lugar, verde y fértil, como ocultar que me entusiasmaba la idea de volver a verte por unas cuantas horas de nuevo, si era lo que había esperado por bastantes noches, no sé como llegamos a tal punto, donde esa vez, no solo besaste mis labios, también mi frente y mejillas, nuevamente mis labios con desenfrenada pasión, y bajaste lentamente acariciando mi mentón y garganta con tus labios, me hiciste estremecer cuando comenzaste a besar mi pecho mientras sentías como mi pulso se aceleraba, no pude articular palabras para decirte "basta" porque deseaba que continuaras, sé que te encantó sentirme erizar y estremecer, para ser sincera, me gustó que te gustara, no sé como sucedió cuando tus necias manos se colaron por abajo de mi blusa y comenzaste a acariciar mi espalda, encontrando uno de mis puntos más débiles, mientras seguías besandome, recuerdo como me aferré primero a tu rostro y después apresé tu cuello para no dejarte escapar, ¿Lo recuerdas también?. Aún sigo sin entender como fué que mi pantalón dejó de estar en su sitio, de igual manera con el tuyo, y nuestros cuerpos eran uno solo, había placer y dolor, recuerdo que marcaste en mi espalda tus dedos con exitantes rasguños que son prueba fehaciente de que no lo soñé y en realidad sucedió, recuerdo tu cuerpo sobre el mío y tu respiración agitada, nuestras detenidas miradas y las sonrisas que las acompañaron, ¿Recuerdas como dejaste de besarme y acariciaste con tus labios mi pecho y abdomen hasta llegar a mi ombligo? Ha sido la sensación más alucinante que haya vivido, y como después seguiste bajando hasta hacerme sentir inmortal, hasta hacerme sentir que moría y renacía todo en un instante, pero lo que jamás olvidaré fue como me acurrucaste contra tu pecho rodeandome con tus brazos sin dejarme mover, y como recargué mi frente cerca de tu oido solo para sentirte cerca, como tu sentías el calor de mi respiración, y pegabas tu nariz a mi cabello, cerré los ojos para intentar dormir, pero mi mente daba vueltas y solo me permitía percibirte, sentirte tan real y desnudo, cuando abrí los ojos, me veías, esa mirada tierna no la había visto nunca en tí, mucho menos dedicandomela. Cuando nos tuvímos que despedir, no fue dificil separarme de tí, esto debía terminar en algún momento del día, nos dijímos adios y ahora en mi habitación a dos días de haberte visto, pienso y me cuestiono ¿Qué estamos haciendo?, ¿Porqué lo hacemos? ¿Qué tipo de "relación tenemos?, pero luego de mucho pensar y reflexionar, me doy cuenta de que solo somos amigos, quizá ocultando un sentimiento, o tal vez unidos por el deseo, no lo sé, pero lo que si sé, es que me ha gustado estar contigo a tal grado, te tengo miedo de estar empezando a enamorarme de ti, y más aún porque no conozco en realidad tu pretención hacia mi, si hacerme tuya era el cometido principal, ya lo has logrado, y ahora ¿Qué?...

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